
De la eternidad cada noche se hacen las letras que sangran tu olvido, y en tu boca sabor a mar estrellándose la luna, por las noches sentada sobre la cama tu ausencia… lo único que se de ti. Y en mi cabeza la insistencia de la muerte recorriendo las distancias que separan nuestros labios. De mi cuerpo aletargado un revoltijo de carne y piedra. Me arrastro entre letras para esconderme de la noche… soy nada de nadie… sin razón, ni tiempo, mientras se me apaga el corazón, entre la piel desnuda, sin poder amanecer, un beso, un adiós… tal vez en otra vida te amare…
•N•ö•畆•µ•R•n•Ø•
Francisco Hernández Campos
1 comentario:
¿Tu escribes eso? Me has impresionado. Más porque parece que eres médico.
La mezcla entre guitarra-poesía-trova y medicina resulta algo exótica, frenética e interesante...
¡Felicitaciones! por mantenerte dentro de la locura de las letras, la música y la actividad nocturna.
Sobre lo que leí:
Me gusta el estilo de tus letras, más porque no caen en lo cotidiano, sino que hay un destello de pasión, encanto e intensidad. También hay contradicción (me refiero a que no hay relaciones entre los elementos, prevaleciendo un desapego de la realidad) como lo son las vidas de todos los seres sociales -pues no somos lineales en nuestro decir, pensar y hacer- más aún frente al desdén de un acontecimiento emoroso.
Lo que nos sucede es un cúmulo de cosas extravagantes e irónicas que forman una emoción inmediata, mayoritariamente acompañada de escalofríos recurrentes e intensos de esos que provocan piel de gallina, pupilas dilatadas...
Bueno, al menos eso es lo que me pasa y es lo que podría referir en este momento.
¡Saludos!
Reena
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